Jesús, asumió la condición de niño con todas sus consecuencias. Desde su primer día se hace cargo de la pobreza y de la miseria más extremas, del dolor humano, de la soledad más intensa. Jesús está presente y vivo en la trágica situación de millones de seres humanos que prolongan en el tiempo y en el espacio “el pesebre de Belén”. Nos confía la tarea de continuar construyendo cada día ese Reino, con las actitudes que Él mismo nos va mostrando y con el compromiso de entregarnos como Él hasta el extremo de dar la vida por los demás. Para esta enseñanza o doctrina de la infancia espiritual, he querido enviar mi tarjeta de Navidad con un texto breve de San Bernardo y Santa Teresita: <<>EL EQUIPO NACIONAL DE PASCUA, LES DESEA UNA FELIZ NAVIDAD Y UN INICIO DE AÑO 2008 CON BENDICIONES Y BUENOS TRABAJOS PASTORALES, PARA QUE HACI "¡CAMINEMOS CON ESPERANZAS!" EN NUESTRAS COMUNIDADES.

